Vistas de página en total

martes, 8 de febrero de 2011

Estoy más cuajada que un dulce de leche.

Sentada en mi escritorio, escuche esta expresión: ¨Estoy más cuajada que un dulce de leche¨ y a la verdad me dio tanta  risa que todavía me rio sola.  Y  me di cuenta que yo también estaba más cuajada que un dulce de leche.  Necesito estirarme o una taza de café bien fuerte que me despierte porque tengo muchas cosas que hacer.

Según la definición cuajar es unir y trabar las partes de un líquido para convertirlo en sólido. En buen dominicano, y referente a esta expresión, es dejar hervir la leche hasta que se espese bien, por lo que estar cuajado (a) para mí, es estar físicamente cargados, ya sea que por cansancio, estreses o por no dormir bien, lo que hace que uno tenga esa pereza física que no permite hacer las actividades normales, con el ánimo que merecen.
 
Pero lo que quiero compartir, es que esta expresión me puso a pensar  el hecho de que a veces vivimos cuajados y no nos damos cuenta, y no una cuaja física, sino una cuaja de espíritu, de corazón.  Estamos cuajados cuando nos da miedo arriesgarnos, cuando nos da miedo exigir nuestro derecho, cuando callamos por miedo a la burla, cuando no nos esforzamos por nada, cuando la monotonía es dueña de nuestra vida, cuando no nos abrimos a los cambios y cuando somos cerrados de mente y de corazón.

 Por lo que espero que no lleguemos a ese tipo de cuaja y podamos estar siempre actos y pronto, y con buen ánimo para comenzar el día que Dios nuevamente nos regala.

Así que a comerse el dulce de leche, pero sin cuaja y a compartirlo con los demás.

1 comentario:

  1. Cierto! nos da miedo arriesgarnos, pero aprendí que el que no lo hace nunca gana nada. Hay que romper esa estática que nos impide volar libremente y trazar nuevos horizontes! hay que descuajarnos! jejejeee

    ResponderEliminar