Era triste la escena, el señor de 80 años lloraba agarrado de su nieto como un niño cuando no quiere quedarse solo en algún lugar. El señor estaba destinado a quedarse en un asilo porque así lo habían determinado sus hijos y el único que no estaba de acuerdo era su nieto Arturo de apenas 17 años, pero no podía hacer nada, porque solo era el nieto menor que siempre se preocupaba de hacer sentir bien a su abuelo, pero sin trabajo y viviendo de sus padres menos oportunidades tenía de ayudar, solo le quedaba estar con su abuelo el tiempo que podía, ahora en su nuevo hogar.
El señor Francisco era viudo hace 10 años, aunque tenía un buen juicio sufría de algunas complicaciones de salud que sus 6 hijos por diferentes ocupaciones no podían atender, por lo que decidieron llevarlo a un asilo, pero Francisco quería estar en su casa, la misma que había ocupado con su esposa y sus hijos por más de 50 años. Fue un militar activo muy importante de su época, por lo que pertenecía a una clase adinerada en ese tiempo. Sus hijos siempre comentaban que él era muy estricto. A veces con dolor contaban todas las cosas que les hacia con el fin de imponer sus ordenes.
Rogelio su hijo mayor sentía un cierto rencor por Don Francisco, quizás por lo que ya se sabía, Don Francisco era un hombre estricto y poco amoroso. Pero Rogelio no había decidido perdonar a su padre y todavía no había sacado de su corazón todo esos malos ratos, y llevaba toda una vida cargando ese sentimiento.
Creo que con los demás sería igual, porque nadie se esforzó hacer el intento de cuidarlo o buscarle una solución fuera del asilo. Pero lo peor de todo fue que Francisco murió a las 2 semana de llevarlo al asilo, murió de tristeza, fuera de la casa que quería y sin ninguno de sus hijos. Ya para cuando llegaron los hijos ya su aliento se había ido, que triste en verdad.
Sus hijos se lamentaron y ahora el rencor que pudieron sentir se convirtió en remordimiento, por no poder estar con su padre en sus últimos momentos, otra carga más para el corazón,
Las personas mayores vuelven hacer niños, vulnerables y apegados a sus cosas, y por eso deben de contar con mas comprensión, tolerancia y mucha paciencia.
No entiendo cuando una madre o un padre llega hacer una carga a pesar de cualquier dolor, no lo puedo entender. Quizás los hijos de Francisco no se preguntaron por que su padre era como era, quizás el había vivido lo mismo que les hizo vivir a ellos o quizás peor. A veces nos preguntamos por qué tal persona es así, sin pensar en lo que tuvo que vivir.
Pero una cosas es seguir viviendo con dolor, con nervio, con celos o ira o decidir lo contrario, digo decidir porque toda la vida está llena de decisiones, tú DECIDES perdonar o DECIDES seguir viviendo con resentimiento.
Pero lo más desagradable que veo es dejar que el rencor venza lo que uno puede sentir por un familiar, peor aún por un padre o una madre, a pesar de que hay familiares que uno no los quiere ver ni en pintura, pero yo particularmente decidí recordarme que son familia y por tal razón debo de tratarlos como se debe y tolerarlos.
Espero que los hijos de Francisco por lo menos sean diferentes con sus hijos para que no se repita la cadena, de generación en generación.
