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lunes, 20 de junio de 2011

COMO LOS MONOS.

El viernes pasado les lleve a mis niños un kit promocional que me habían regalado  en la inauguración de Kid´s Fitness San Cristóbal.  Para que no pelearan le di a Uriel el bolígrafo y a Sebastián el llavero, pero el asunto no se termina ahí, Uriel, mi hijo mayor ni siquiera vio bien su bolígrafo, cuando dijo que quería el llavero que le tocaba a Sebastián, ni pensó que el bolígrafo le sería mas útil porque él ya sabe leer y escribir, en lo que estaba pendiente al llavero de Sebastián, sin importarle si lo del es mas útil o no.

Yo le reclamaba eso, le decía que le prestara atención a su regalo y deje de ver el de su hermano, y que a la vez de gracias porque a otros niños no le regalan nada, pero no valió mi discurso, insistió en jugar con el regalo de Sebastián.  Una amiga mía que estaba en mi casa en ese momento me dijo ¨Dejalo mija, que no solo los niños son así, también la gente grande, tu no ves que siempre queremos lo que tiene el otro¨textualmente esas fueron sus palabras.  
Luego yo me preguntaba si yo no he sido así alguna vez,  no solo cuando era niña, porque es normal que los niños quieran lo de los otros niños, sin importar si lo suyo es mejor, sino ya de adulta y me puse a reflexionar eso, y me di cuenta que a veces no miramos lo que tenemos, lo que nos han regalado, sino que nos fijamos más en lo que tiene el otro y hacemos comparaciones y no nos fijamos en lo que tenemos, pero todo esto pasa cuando sentimos que lo que tiene el otro puede ser mejor que lo que tenemos, sino es así, solo chequeamos a ver si es así  y ya, bueno eso es lo que creo.
 Pero en eso perdemos esos segunditos preciosos de agradecer primero a Dios por lo que tenemos, por estar pendiente a los demás. Y me acuerdo mucho de una frase muy cómica que siempre dice mi mamá para esas situaciones: ¨Son como los monos¨ 
Lo malo de esto, es cuando llegamos a comparar, a dejar como decía, de dar gracias por lo que hemos tenido y a quejarnos por lo que no.  El padre Juan me decía que debemos dar gracias a Dios por todo, y creo que el no tener lo que los demás tienen también es un motivo de dar gracias.  Uno no sabe si lo que no tenemos tiene un sentido o un propósito, que lleva a una enseñanza, a una situación mejor.
Por eso si un día quiero ser como los mono como dice mi mamá, voy a tratar de recordarme de todo lo que tengo poco o mucho y darle gracias a Dios por eso.



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